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Hernia discal

septiembre 22, 2021by Eiler F Bustamante0

Hernia discal

La hernia discal es una enfermedad en la que parte del disco intervertebral (núcleo pulposo) se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce un intenso dolor.

Si la herniación es voluminosa y comprime todos los nervios que encuentra, puede producir lo que se llama un síndrome de cauda equina o de cola de caballo, lo cual resulta una urgencia quirúrgica.

En la mayoría de los casos, este dolor remite con un tratamiento conservador sin cirugía. Sin embargo, aproximadamente un 10% de ellos requerirán una intervención quirúrgica para su tratamiento.

Síntomas

Una hernia de disco cervical puede provocar dolor en el cuello, que a su vez puede irradiarse al brazo, al hombro o puede provocar entumecimiento u hormigueo en el brazo o en la mano. A veces, el dolor puede ser sordo, constante y difícil de localizar.

Además de este dolor, los síntomas de las hernias discales son los siguientes:

La primera señal de que el paciente tiene una hernia discal es el dolor en los brazos y en el cuello. Si se produce entumecimiento u hormigueo puede indicar que el problema es más grave.

Normalmente, el paciente alega dolor cortante y agudo y, en algunos casos, puede existir un historial anterior de episodios de dolor localizado, presente en la espalda y que puede irradiarse hacia abajo por la pierna.
El episodio de dolor puede producirse de repente o anunciarse con una sensación de desgarro o chasquido en la columna.
Cuando el dolor empieza lentamente puede empeorar después de que el paciente permanezca mucho tiempo sentado, de pie, por la noche, al estornudar, toser o reírse.
La debilidad también es un síntoma común que afecta a la pierna o al brazo y puede hacer que se requiera un exceso de esfuerzo para moverlos.
Generalmente, el entumecimiento o debilidad desaparece en un periodo de varias semanas o meses.

Causas

Los huesos (vértebras) de la columna protegen los nervios que salen del cerebro y bajan por la espalda para formar la médula espinal. Las raíces nerviosas son nervios largos que se desprenden de la médula espinal y salen de la columna por entre cada vértebra.

Las vértebras de la columna están separadas por discos. Estos discos amortiguan la columna vertebral y dejan espacio entre las vértebras. Los discos permiten el movimiento entre las vértebras, lo cual permite a uno agacharse y estirarse.

Con una hernia discal:

El disco se puede salir de su lugar (herniarse) o romperse a causa de una lesión o distensión. Cuando esto sucede, puede haber presión sobre los nervios raquídeos. Esto puede llevar a que se presente dolor, entumecimiento o debilidad.

La parte baja (región lumbar) de la columna es el área más comúnmente afectada por una hernia de disco. Los discos del cuello (cervicales) están en la segunda área más comúnmente afectada. Los discos de la espalda alta y media (torácicos) muy pocas veces están comprometidos.

Una hernia discal es una causa de radiculopatía. Esta es una enfermedad que afecta las raíces nerviosas de la columna.

Las hernias discales ocurren con mayor frecuencia en los hombres de mediana edad y de edad avanzada, generalmente después de una actividad extenuante. Otros factores de riesgo pueden incluir:

Levantar objetos pesados

Tener sobrepeso

Doblar o torcer repetitivamente la espalda baja

Sentarse o quedarse parado en la misma posición por muchas horas

Tener un estilo de vida sedentario

Tabaquismo

¿Cuál es el tratamiento?

La mayoría de las hernias discales mejorarán gradualmente y el tratamiento puede consistir simplemente en evitar posiciones dolorosas, hacer ejercicio suave y tomar medicación para el dolor. La fisioterapia también se utiliza para tratar una hernia discal, usando unos planes de ejercicios, posiciones y masajes para mejorar la lesión.

Los medicamentos se utilizan para disminuir el dolor y el tipo de medicamento depende la gravedad de la lesión. Los analgésicos se utilizan para los casos leves, mientras que los más fuertes se prescriben para los casos más graves. Además, las inyecciones antiinflamatorias directamente en la columna vertebral se utilizan para aliviar el dolor severo a corto plazo en algunos casos y los relajantes musculares también se utilizan en otros casos.

Si los síntomas no mejoran o son más graves, la cirugía puede ser una opción. Una operación conocida como disquectomía puede utilizarse para cortar parte del disco y liberar la presión de los nervios circundantes. Para más información consulte a un especialista.

Prevención

Para ayudar a prevenir una hernia de disco, haz lo siguiente:

Haz ejercicio. El fortalecimiento de los músculos del tronco estabiliza y sostiene la espina dorsal.

Mantén una buena postura. Esto reduce la presión sobre la espina dorsal y los discos. Mantén la espalda recta y alineada, en especial, cuando estés sentado durante periodos prolongados. Levanta objetos pesados apropiadamente, haciendo que tus piernas (no tu espalda) hagan la mayor parte del trabajo.

Mantén un peso saludable. El exceso de peso ejerce más presión sobre la espina dorsal y los discos, haciéndolos más susceptibles a la hernia.

Deja de fumar. Evita el consumo de cualquier producto de tabaco.

Complicaciones

Justo por encima de la cintura, termina la médula espinal. Lo que continúa a través del canal medular es un grupo de largas raíces nerviosas que se asemejan a la cola de un caballo (cauda equina).

En raras ocasiones, la hernia de disco puede comprimir todo el canal medular, incluidos todos los nervios de la cauda equina. Pocas veces, se puede requerir cirugía urgente para evitar la debilidad o parálisis permanente.

Busca atención médica de emergencia si tienes:

Empeoramiento de los síntomas. El dolor, el entumecimiento o la debilidad pueden aumentar hasta el punto de dificultar tus actividades diarias.

Disfunción de la vejiga o de los intestinos. El síndrome de cauda equina puede causar incontinencia o dificultad para orinar, incluso con la vejiga llena.

Anestesia en silla de montar. Esta pérdida progresiva de la sensibilidad afecta las áreas que tocarían una silla de montar: la parte interna de los muslos, la parte posterior de las piernas y el área alrededor del recto.

 

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