Taquicardia
Se conoce como taquicardia el aumento de la frecuencia cardiaca causada por una contracción demasiado rápida de los ventrículos. Cuando esta frecuencia cardiaca aumenta a cien latidos, se considera que se está produciendo una taquicardia.
En el momento en el que empieza a producirse, la taquicardia provoca que el corazón no sea capaz de bombear la sangre de forma eficiente al resto del cuerpo, lo que hace que algunos órganos o tejidos se queden sin oxígeno suficiente. Todo ello tiene como resultado mareos, dificultad a la hora de respirar, pulso rápido, dolor en el pecho y, en los casos más graves, desvanecimiento.
Normalmente, una taquicardia se produce por afecciones como la hipertensión o por un riego sanguíneo deficiente, pero otra de las razones comunes por las que se produce es por un esfuerzo emocional demasiado grande o por la ingesta desmedida de alcohol o cafeína. Por ello, una de las primeras opciones para prevenir su aparición es reducir el consumo de dichos estimulantes.
El sistema eléctrico del corazón
Para comprender las causas de los problemas de ritmo o frecuencia cardíaca, como la taquicardia, es útil entender cómo funciona el sistema eléctrico del corazón.
El corazón está formado por cuatro cavidades: dos cavidades superiores (aurículas) y dos cavidades inferiores (ventrículos). El latido del corazón es normalmente controlado por un marcapasos natural llamado nódulo sinusal, que se encuentra en la aurícula derecha. El nódulo sinusal produce impulsos eléctricos que normalmente inician cada latido del corazón.
Desde el nódulo sinusal, los impulsos eléctricos se transportan a través de las aurículas, y hacen que los músculos auriculares se contraigan y bombeen sangre a las cavidades inferiores del corazón (ventrículos).
Los impulsos eléctricos llegan entonces a un grupo de células llamado nodo auriculoventricular, que suele ser la única vía por la que las señales viajan desde las aurículas hacia los ventrículos.
El nodo auriculoventricular ralentiza la señal eléctrica antes de enviarla a los ventrículos. Este ligero retraso permite que los ventrículos se llenen de sangre. Cuando los impulsos eléctricos llegan a los músculos de los ventrículos, estos se contraen, lo que hace que bombeen sangre a los pulmones o al resto del cuerpo.
Cuando algo interrumpe este complejo sistema, puede hacer que el corazón lata demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o con un ritmo irregular.
Taquicardia ventricular
La taquicardia ventricular (TV) es un latido cardíaco rápido que se inicia en las cámaras inferiores del corazón (ventrículos).
Síntomas
En la taquicardia ventricular casi siempre se sienten los latidos cardíacos (palpitaciones) que pueden estar acompañadas de debilidad, mareo y/o malestar torácico.
La taquicardia ventricular sostenida puede ser peligrosa porque los ventrículos no se llenan de forma adecuada ni bombean la sangre con normalidad. La presión arterial tiende a descender y se produce insuficiencia cardíaca. Además, la taquicardia ventricular sostenida también es peligrosa porque puede empeorar hasta convertirse en una fibrilación ventricular (una forma de paro cardíaco). Algunas veces, la taquicardia ventricular produce pocos síntomas, incluso con frecuencias de hasta 200 latidos por minuto, pero a pesar de ello puede ser extremadamente peligrosa.
Tratamiento
- El tratamiento depende de los síntomas, y del tipo de trastorno cardíaco.
- Si alguien con TV está en una situación de emergencia, puede requerir:
- RCP
- Desfibrilación eléctrica o cardioversión (electrochoques)
- Medicamentos (como lidocaína, procainamida, sotalol o amiodarona) administrados por vía intravenosa
- Luego de un episodio de TV, deben de tomarse medidas para prevenir futuros episodios.
- Medicamentos orales pueden ser necesarios para tratamientos de largo plazo. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios graves. Se están empleando con menos frecuencia a medida que se desarrollan otros tratamientos.
- Un procedimiento para destruir el tejido que está causando los latidos cardíacos irregulares (llamado ablación) puede ser utilizado.
- Se puede recomendar un desfibrilador cardioversor implantable (DCI). Es un dispositivo implantado que detecta cualquier latido cardíaco rápido y potencialmente mortal. Este latido anormal del corazón se llama arritmia. Si esto ocurre, el DCI envía rápidamente una descarga eléctrica al corazón para cambiar el ritmo de vuelta a la normalidad. Esto se llama desfibrilación.
¿Qué es la taquicardia supraventricular?
La taquicardia supraventricular es un tipo de arritmia (ritmo cardíaco anormal), donde el corazón late o bombea muy deprisa.
El ritmo cardíaco anormal empieza en las aurículas, que son las cavidades superiores del corazón. La taquicardia supraventricular suele ocurrir de repente y puede durar unos pocos minutos o muchas horas.
Síntomas
- Mareo
- Cansancio
- Debilidad
- Falta de aliento
- Dolor de pecho
- Desmayo
Causas de la taquicardia supraventricular
La taquicardia supraventricular puede ser congénita, lo que significa que el bebé nace con ella. O se puede desarrollar más adelante en la vida de la persona. A veces la taquicardia supraventricular ocurre debido a otras afecciones cardíacas.
Maneras de ralentizar el latido del corazón acelerado
Maniobras vagales
El nervio vagal ayuda a regular el latido de nuestro corazón. Las maniobras que afectan a este nervio incluyen la tos, la hinchazón (como si defecara) y la aplicación de una compresa fría en la cara del paciente.
Medicación
Los fármacos antiarrítmicos pueden administrarse de forma oral o por inyección. Restablecen el latido normal del corazón y se llevan a cabo en el hospital.
Los fármacos disponibles restablecen el ritmo normal del corazón o controlan la velocidad del mismo. A veces, el individuo necesitará tomar más de un medicamento de este tipo.
Cardioversión
Los electrodos se utilizan para administrar una descarga eléctrica en el corazón. Esto afecta a los impulsos eléctricos del corazón y restablece el ritmo normal. Este procedimiento se lleva a cabo en un hospital.
Las complicaciones más comunes incluyen:
Coágulos sanguíneos: Incrementan de forma significativa el riesgo de sufrir un infarto cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Insuficiencia cardíaca: Si no se controla la enfermedad, el corazón se debilitará, lo que podría derivar en una insuficiencia cardíaca. Esto ocurre cuando el corazón no bombea sangre por todo el cuerpo de forma adecuada. En estos casos, pueden verse afectados el lado izquierdo, el derecho o ambos.
Desmayos: La persona con latidos cardíacos rápidos podría perder la conciencia.
Muerte súbita: Generalmente, se relaciona con la taquicardia o la fibrilación ventricular.
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