Las intoxicaciones alimentarias están causadas por bacterias y, a veces, por virus u otros gérmenes. Pueden entrar en los alimentos que comemos y en los líquidos que bebemos. No lo podemos notar con el gusto, oler ni ver esos gérmenes (por lo menos, sin un microscopio). Pero, aunque sean diminutos, pueden tener un gran efecto en nuestro cuerpo.