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Exámenes de laboratorio

Exámenes de laboratorio

En esta ERA de alta tecnología, el cuidado de la salud requiere de la interacción de varias disciplinas médicas y especialidades en donde el Laboratorio aporta una herramienta adicional para prevenir, monitorear y curar una enfermedad.

Las pruebas de laboratorio examinan muestras de sangre, orina o tejidos corporales. Un técnico o el médico analizan las muestras para determinar si los resultados están dentro de los límites normales. Los análisis usan un rango de valores porque lo que se considera normal varía de una persona a otra.

Los exámenes básicos o rutinas de laboratorio sirven para detectar la función de los órganos. A este grupo de pruebas se les describe como paneles o perfiles, según el órgano que se seleccione para monitorear, por ejemplo: Perfil renal, perfil hepático, perfil lipídico, perfil tiroideo, etc. Otras pruebas especiales van en la búsqueda de un diagnóstico, estableciendo un patrón de anomalías, como lo son las electroforesis de hemoglobina o proteína, marcadores tumorales, hormonas, fertilidad, drogas. El médico al seleccionar las pruebas de laboratorio en sangre, heces o líquidos corporales obtiene la información necesaria para conocer el estado “químico” del paciente.

Pruebas clínicas más recomendables

  1. Hemograma: El hemograma consiste en un conteo de los elementos celulares de la sangre como son las células rojas, blancas y plaquetas. Este análisis incluye los índices o sea el contenido de hemoglobina de la célula roja, diámetro de las células. El diferencial o el porcentaje de cada tipo (5) de células blancas se refiere a las diferentes células blancas que se encuentran normalmente en la sangre expresado en porcentaje del total de células blancas. El valor principal, valor de este análisis, nos permite dar una información general del organismo, prognosis, respuesta a tratamiento y recuperación. El número total de células blancas es una guía útil para conocer la severidad del proceso de la enfermedad. Un número elevado de células blancas puede ser la respuesta del organismo para defenderse de una infección, o en otros casos patológicos, el aumento de células anormales o inmaduras de células blancas puede ser el caso de leucemia o cáncer en la sangre.
  2. Panel básico metabólico: Glucosa, electrolitos (sodio, potasio, cloro y dióxido de carbono). El nivel de glucosa puede revelar una de las enfermedades más frecuentes en nuestro país: la diabetes. El tener elevada la “azúcar” en la sangre sin el control adecuado, puede dar inicio a una cadena de otros trastornos fatales a nuestro cuerpo como lo son las enfermedades del corazón y riñones. La glicemia es una prueba sencilla, económica, y conocer sus niveles nos ayuda a mantenernos vigilantes de nuestra salud. El ayuno de 9 a 12 horas es recomendable para hacer una buena evaluación tanto de la glucosa como de las pruebas para el perfil lipídico. Los valores normales para glucosa en ayuna son de 70-110mg/dl.
  3. Biopsia:  Se obtienen muestras de tejido para examinarlas, generalmente, al microscopio. La prueba suele centrarse en encontrar células anómalas que pueden proporcionar datos que indiquen que existe una inflamación o un trastorno, como el cáncer. Los tejidos que suelen examinarse son muestras de piel, mama, pulmón, hígado, riñón y hueso.
  4. Urinálisis: Unos cuantos mililitros de este desecho humano, pueden ser la clave para detectar un problema de salud relacionado con el sistema urinario: una infección, diabetes, pobre funcionamiento de los riñones, cálculos o el primer indicio de una malignidad. En los inicios de la medicina del laboratorio, el “técnico” probaba la orina para saber si por su sabor dulce, el paciente tenia “azúcar en la sangre”. Gracias a los avances tecnológicos con una pequeña muestra y un mínimo de tiempo, hoy en día los instrumentos pueden detectar azúcar, proteínas, acetona, presencia de glóbulos blancos y sangre en la orina. El estudio microscópico complementa el informe químico enumerando la presencia de células, cristales, cilindros o bacterias. Se sospecha una infección urinaria cuando se nota la presencia de glóbulos blancos, nitritos y bacterias. Un Urinálisis normal en su análisis químico tiene valores negativos, y en el informe microscopico pocos elementos celulares.
  5. Heces por Parásito: En el trópico es frecuente, especialmente en los niños, encontrar parásitos en las heces. Este sencillo examen puede determinar si la causa de la diarrea se debe a parásitos, amebas o entero patógenos (salmonella, shigellas o campylobacter). Otros exámenes más específicos, como cultivos (coprocultivos) pueden complementar este hallazgo para un tratamiento adecuado. Las heces normales no tienen parásitos o angre oculta.
  6. Análisis de material genético (pruebas genéticas): Por lo general, se analizan las células de la piel, de la sangre o la médula ósea, para detectar anomalías en los cromosomas, los genes (incluido el ADN) o ambos. Las pruebas genéticas pueden utilizarse en los casos siguientes:
  • En fetos: para determinar si tienen algún trastorno genético
  • En niños y jóvenes: para determinar si tienen algún trastorno o están en riesgo de desarrollarlo
  • Adultos: a veces, para ayudar a determinar la probabilidad de que sus familiares, como, por ejemplo, hijos o nietos, puedan desarrollar ciertos trastornos

¿Cómo se realiza un análisis de sangre?

En este tipo de exámenes se suele extraer una muestra de sangre por medio de una vena. El especialista se encargará de limpiar con alcohol la piel para colocar una goma en el área y provocar que las venas se hinchen. Luego, inserta la aguja en la vena, introduce la muestra en un frasco, extrae la goma y finalmente retira la aguja.

 

 

Riesgos y resultados

Cada prueba tiene algún riesgo. El riesgo puede ser la posibilidad de que se produzca una lesión durante la realización de la prueba, o tener que someterse a nuevas pruebas en caso de que el resultado obtenido no sea normal. Las pruebas adicionales suelen ser más caras, más peligrosas o ambas cosas a la vez. Los médicos valoran el riesgo de una prueba en relación con la utilidad de la información que puede aportar.

Los valores normales de una prueba se expresan en una escala basada en los valores promedio de la población sana. Es decir, los valores del 95% de las personas sanas se encuentran en dicha escala. Sin embargo, los valores promedio son ligeramente distintos para mujeres y hombres y pueden variar con la edad. En algunas pruebas, los valores obtenidos también varían entre laboratorios. Por lo tanto, cuando se obtienen los resultados de una prueba de laboratorio, también se entregan sus valores de referencia para ese tipo de prueba. La tabla siguiente presenta algunos valores característicos. Sin embargo, dado que estos valores cambian de un laboratorio a otro, es necesario consultar con el médico el significado de los resultados analíticos concretos, y no limitarse a contrastarlos con los valores de referencia en esta tabla.

 

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