Viruela
La viruela es una enfermedad muy contagiosa causada por el virus de la viruela, un ortopoxvirus. La enfermedad causa la muerte en hasta el 30% de los pacientes. La infección natural se ha erradicado. La principal preocupación por brotes epidémicos se relaciona con el bioterrorismo. La enfermedad se manifiesta con síntomas generales graves y un exantema pustuloso característico. El tratamiento en general es sintomático y puede efectuarse con agentes antivirales. La prevención requiere vacunación que, debido a su riesgo asociado, se indica en pacientes seleccionados.
Clasificación
Según la forma clínica de presentación de la viruela, se clasifica en:
- Viruela mayor, era la forma grave y más común de la viruela, que ocasionaba una erupción más extendida y fiebre más alta. Hubo cuatro tipos de viruela mayor: la común (era la más frecuente y se observaba en 90 % o más de los casos); la modificada (leve, y se observaba en personas que se habían vacunado); la lisa; y, por último, la hemorrágica (éstos dos últimos tipos eran raros y muy graves). Históricamente, la viruela mayor ha tenido una tasa general de mortalidad de aproximadamente el 30 %; sin embargo, la viruela lisa y la hemorrágica solían ser siempre mortales.
- Viruela menor, era un tipo menos común de la viruela y una enfermedad mucho menos grave, cuyas tasas de mortalidad fueron históricamente del 1 % o menores.
Síntomas
Los síntomas de la forma grave comienzan generalmente unos 7 a 17 días después de la infección. Las personas infectadas presentan fiebre, cefalea y dolor de espalda, y se sienten muy enfermas. Pueden tener dolor abdominal intenso y delirios.
Al cabo de 2 o 3 días aparece una erupción de manchas planas de color rojo en el interior de la boca y en la cara. Poco después se extiende al tronco y a las piernas, luego a las manos y a los pies. Los afectados solo pueden contagiar la enfermedad después de haber aparecido la erupción, y el riesgo de contagio es mayor durante los primeros 7 a 10 días después de su aparición. Al cabo de 1 o 2 días, las manchas se convierten en ampollas que se llenan de pus (formando pústulas), y después de 8 o 9 días se transforman en costra.
Pueden infectarse los pulmones, el encéfalo y los huesos.
Alrededor del 30% de las personas con viruela mueren, por lo general en la segunda semana de la enfermedad. Algunos de los supervivientes conservan permanentemente grandes cicatrices, desfigurantes.
Causas
La viruela se propaga fácilmente de una persona a otra por las gotas de saliva. Su propagación también puede darse por sábanas y ropa. Es más contagiosa durante la primera semana de la infección y puede seguir siendo contagiosa hasta que caigan las costras de la erupción. El virus puede permanecer vivo entre 6 y 24 horas.
En una época las personas recibían la vacuna contra esta enfermedad. Sin embargo, la enfermedad ha sido erradicada desde 1979. En los Estados Unidos dejaron de administrar la vacuna contra la viruela en 1972. En 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a todos los países detener la vacunación contra la viruela.
Existen dos formas de viruela:
La variola mayor es una enfermedad grave que puede ser mortal en personas que no hayan sido vacunadas. Fue responsable por una gran cantidad de muertes.
La variola menor es una infección más leve que en pocas ocaciones causa la muerte.
Diagnóstico
Al realizar el diagnóstico clínico se deberán tener en cuenta los elementos que la diferencian de otras enfermedades exantemáticas como la viruela, la varicela, el sarampión, las infecciones bacterianas de la piel, la sarna, la sífilis y las alergias medicamentosas. La linfadenopatía que aparece en la fase prodrómica de la enfermedad puede ser una manifestación clínica que ayude a diferenciar esta enfermedad de la viruela humana.
El diagnóstico definitivo de la viruela símica solo se puede establecer mediante pruebas de laboratorio. El virus se puede identificar mediante diferentes pruebas que tienen que realizarse en laboratorios especializados. En caso de sospecha hay que obtener una muestra adecuada (véase más adelante) y enviarla en condiciones seguras a un laboratorio que disponga de los medios apropiados.
Las muestras óptimas para el diagnóstico son las procedentes de las lesiones: frotis del exudado de las lesiones vesiculares o de las costras guardados en un tubo de ensayo seco, estéril, sin medio de transporte para virus y en frío. Se pueden utilizar muestras de sangre o suero, pero generalmente no proporcionan resultados concluyentes debido a la corta duración de la viremia y al tiempo transcurrido desde la obtención de la muestra. Para interpretar los resultados de las pruebas es esencial que junto con las muestras se aporten datos sobre: a) la fecha aproximada de comienzo de la fiebre; b) la fecha de inicio de la erupción cutánea; c) la fecha de obtención de la muestra; d) el estado actual del paciente (estadio de la erupción cutánea), y e) su edad.
Tratamiento
El tratamiento de la viruela suele ser sintomático con antibióticos para las infecciones bacterianas secundarias. Sin embargo, el medicamento antiviral tecovirimat fue aprobado por la FDA en 2018 sobre la base de estudios experimentales y es el primer medicamento en obtener licencia para el tratamiento de la viruela (1). Aunque se desconoce su eficacia contra la viruela en seres humanos, el tecorvirimat probablemente sea el fármaco de elección para intentar el tratamiento y está disponible en la Reserva Nacional Estratégica del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. También se pueden considerar cidofovir y el fármaco experimental brincidofovir (CMX001) (2).
El aislamiento de los pacientes con viruela es fundamental. En los brotes epidémicos limitados, los pacientes pueden aislarse en un hospital en una habitación sometida a presión negativa equipada con filtros de partículas de alta eficiencia (HEPA). En las epidemias masivas, puede ser necesario el aislamiento domiciliario. Los contactos deben mantenerse bajo vigilancia, que consiste típicamente en medición diaria de la temperatura; si presentan un valor de temperatura > 38° C u otro signo de enfermedad, deben aislarse en su casa.
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