¿Qué es la sífilis?
La sífilis es una ETS que puede causar complicaciones a largo plazo o la muerte, si no se trata de manera adecuada. Los síntomas en los adultos se dividen en fases. Estas fases son sífilis primaria, secundaria, y terciaria.
Síntomas
Primera fase
En la primera etapa de la enfermedad, aparece una llaga en la zona donde se originó el contagio, pero es probable que existan más. En términos generales, esta llaga es dura, redonda e indolora y por esta última característica suele pasar desapercibida para el paciente.
Estas llagas suelen durar entre 3 o 6 semanas en el cuerpo y se curan independientemente de que se reciba el tratamiento o no, ya que, si aparecen estas llagas, es fundamental que el enfermo acuda al especialista para evitar que la infección pase a la segunda etapa.
Segunda fase
En la fase secundaria son comunes las erupciones en la piel e incluso la aparición de llagas en la boca, la vagina o el ano, también denominadas lesiones de la membrana mucosa.
Estas erupciones pueden aparecer cuando la llaga inicial se está curando o han pasado varias semanas desde que desapareció y se caracterizan por un aspecto de punto duro, de color rojizo o marrón que se localiza en la palma de las manos o en la planta de los pies.
Normalmente no causan picores y en muchas ocasiones son tan poco visibles que es probable que el paciente no perciba que las tiene.
Otros síntomas de esta fase pueden ser: fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida parcial del pelo, dolor de garganta y de cabeza, pérdida de peso o dolor muscular y fatiga.
Tercera fase
La fase latente y avanzada comienza cuando los síntomas anteriores han desaparecido y, en el caso de no haber recibido tratamiento, es probable que el paciente siga estando infectado sin presentar ningún síntoma.
Esta fase se desarrolla entre los 10 y 30 años después de haberse contagiado y sus síntomas más comunes son: dificultad a la hora de coordinar los movimientos, parálisis en ciertas partes del cuerpo, entumecimiento, demencia y ceguera.
Si la enfermedad está muy avanzada puede dañar órganos internos y causar la muerte.
Lavarse las zonas genitales con frecuencia o realizarse una ducha vaginal después de mantener relaciones sexuales no previene de la enfermedad, pero Sí disminuye el riesgo.
Transmisión de la sífilis
La sífilis es muy contagiosa durante las fases primaria y secundaria. Puede ser contagiosa de forma temprana, ya en la etapa latente.
La infección se transmite mediante contacto sexual. Un solo encuentro sexual con una persona que tiene sífilis en su fase inicial termina en infección en un tercio de los casos. La bacteria penetra en el organismo por las membranas mucosas, como las de la vagina o de la boca, o bien por la piel. En el transcurso de horas, la bacteria llega a la proximidad de los ganglios linfáticos y se propaga por todo el organismo a través del torrente sanguíneo.
La sífilis también puede propagarse por otras vías. Puede infectar al feto durante el embarazo y dar lugar a anomalías congénitas y a otras complicaciones.
Se puede contraer la sífilis a través del contacto con llagas cutáneas infectadas. Sin embargo, las bacterias no pueden sobrevivir mucho tiempo fuera del cuerpo humano, por lo que la sífilis no se transmite a través del contacto con objetos (como inodoros, manijas de puertas) que han sido tocados por una persona con sífilis.
Cada etapa de síntomas (primaria, secundaria o terciaria) supone un empeoramiento progresivo.
Si no se trata, la sífilis puede persistir asintomática durante muchos años y dañar al cerebro o la aorta (la arteria más grande del cuerpo), además de provocar la muerte. La neurosífilis (que afecta el cerebro y la médula espinal) puede aparecer en cualquier fase de la sífilis.
Si se detecta y se trata a tiempo, la sífilis se puede curar antes de que haya un daño permanente.
Diagnóstico
Análisis de una muestra de sangre, líquido de una úlcera o líquido cefalorraquídeo
Se sospecha sífilis primaria en las personas que presentan un chancro característico. Se sospecha sífilis secundaria cuando se presenta una erupción cutánea característica en las palmas de las manos y en las plantas de los pies. Debido a que la sífilis puede causar una amplia gama de síntomas durante sus diversas etapas, los médicos pueden comprobar si la persona padece esta infección durante su examen por cualquiera de sus posibles síntomas, incluyendo problemas de visión.
Se necesitan pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico. Existen dos tipos de análisis de sangre:
Primero se suele llevar a cabo una prueba de cribado, como la del Laboratorio de Investigación de Enfermedades Venéreas (Venereal Disease Research Laboratory, VDRL) o la prueba de la reagina plasmática rápida (RPR). Estas pruebas se denominan pruebas no treponémicas porque no detectan directamente las bacterias que causan la sífilis (treponema) o los anticuerpos producidos en respuesta a estas bacterias. Las pruebas de cribado son baratas y fáciles de realizar, pero pueden dar un resultado negativo entre 3 y 6 semanas después de la infección inicial, aunque la sífilis esté presente. Estos resultados se denominan negativos falsos. Si los resultados de una prueba de detección son negativos pero los médicos creen que la sífilis primaria es probable, se puede repetir la prueba al cabo de 6 semanas. En ocasiones, los resultados de la prueba de cribado son positivos aunque no haya sífilis (positivos falsos) porque otro trastorno ha sido responsable del resultado positivo obtenido en la prueba.
La prueba de confirmación se realiza en todos las personas en las que el resultado de la prueba de cribado fue positivo. Estos análisis de sangre miden los anticuerpos que se producen específicamente en respuesta a la bacteria que causa la sífilis (a veces llamados treponemal tests). Los resultados de esta prueba de confirmación también pueden ser negativos falsos durante las primeras semanas posteriores al contagio, por lo que es probable que haga falta repetirla.
He recibido tratamiento. ¿Puedo contraer sífilis nuevamente?
El hecho de que haya tenido sífilis una vez no lo protege de tenerla de nuevo. Aún después de haber sido tratado de manera exitosa, usted puede volver a infectarse. Solamente las pruebas de laboratorio pueden confirmar si tiene sífilis. Se recomiendan las pruebas de seguimiento por un proveedor de atención médica para asegurarse de que su tratamiento haya sido eficaz.
Debido a que las llagas de la sífilis se pueden ocultar en la vagina, el ano, debajo de la piel que recubre el pene o la boca, es posible que no sea evidente si una pareja sexual tiene sífilis. A menos que sepa que sus parejas sexuales han sido evaluadas y tratadas, puede estar en riesgo de contraer sífilis otra vez de una pareja que no haya recibido tratamiento.
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