¿Qué son los cálculos renales?
Los cálculos renales están compuestos por sales y minerales en la orina que se adhieren entre sí para formar pequeñas “piedritas”. Pueden ser tan pequeños como granos de arena o tan grandes como pelotas de golf. Pueden permanecer en los riñones o salir del cuerpo a través de las vías urinarias. El aparato urinario es el aparato del cuerpo que produce la orina y la transporta fuera del cuerpo. Está formado por los riñones, por los conductos que conectan los riñones a la vejiga (los uréteres), por la vejiga y por el conducto que va desde la vejiga hasta afuera del cuerpo (la uretra).
Signos y síntomas
En general, los niños que padecen cálculos renales no presentan síntomas hasta que los cálculos se desplazan en los riñones o pasan al uréter. Los cálculos pequeños pueden pasar a través del tracto urinario y ser eliminados sin dolor ni complicaciones.
Sin embargo, los cálculos más grandes pueden bloquear el tracto urinario y provocar síntomas como:
Dolor punzante que comienza en un flanco o en la espalda
Dolor que se irradia a la parte inferior del abdomen y la ingle a medida que los cálculos se desplazan en el tracto urinario
Dolor que aparece y desaparece
Sangre en la orina (orina rojiza o marrón), llamado hematuria
Náuseas y vómitos
Necesidad urgente o ganas frecuentes de orinar
Fiebre y escalofríos
En algunos casos, un cálculo muy grande para desplazarse puede causar obstrucciones llamadas hidronefrosis o inflamación de uno de los riñones por acumulación de la orina. La hidronefrosis puede causar dolor en el flanco (costado del abdomen) o en la espalda. Si no se trata, puede causar daños a largo plazo en el riñón.
Tipos
Cálculos de ácido úrico
Los cálculos de ácido úrico son casi siempre causados por niveles excesivos de acidez en la orina. Para alcalinizar la orina, se debería administrar citrato de potasio a todas las personas que presenten cálculos de ácido úrico ya que con ello se neutralizan los elevados niveles de acidez que dan lugar a la formación de este tipo de cálculos. En ocasiones, se puede utilizar alopurinol o bien una dieta baja en proteínas de origen animal para reducir los niveles de ácido úrico en la orina. También es importante tomar mucho líquido.
Cálculos de cistina
Para los cálculos formados por cistina, los niveles urinarios de cistina deben mantenerse bajos, tomando abundantes líquidos y a veces mediante la administración de alfa-mercaptopropionilglicina (tiopronina) o penicilamina.
Cálculos de estruvita
Las personas con cálculos recurrentes de estruvita necesitan tomar antibióticos continuamente para prevenir las infecciones del tracto urinario. El ácido acetohidroxámico también puede ser útil en personas con cálculos de estruvita.
Tratamiento
Tradicionalmente, se viene recomendando que, en caso de piedras de poco tamaño o en las asintomáticas, se deben beber de seis a ocho vasos de agua al día para aumentar la cantidad de orina y ayudar a expulsar el cálculo. Sin embargo, otras fuentes actuales recomiendan evitar una excesiva hidratación en la fase aguda del cólico, porque podría empeorar los síntomas y no existe una evidencia clara de que la sobrehidratación disminuya los tiempos de expulsión de la piedra.
La aplicación de calor local es también útil como tratamiento complementario para aliviar el dolor y las náuseas.
En el caso de dolores fuertes, es necesario ingerir fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como el diclofenaco. En algunos casos, pueden ser necesarios analgésicos diferentes o, incluso, la hospitalización. También existen otros medicamentos que se utilizan para el tratamiento del cálculo, favoreciendo su expulsión o su disolución.
Si los medicamentos no funcionan y los síntomas persisten, se precisa un tratamiento activo para la retirada de la piedra de la vía urinaria y permitir el adecuado flujo de orina, ya que el cálculo renal puede causar infección renal y daño permanente del órgano o complicaciones muy graves. A este tipo de tratamientos pertenecen los que consisten en fragmentar la piedra en trocitos muy pequeños o directamente atraparla entera a través del uréter.
Para piedras de gran tamaño y/o de difícil acceso no abordables por las técnicas anteriores, se requiere cirugía.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cálculos renales son los siguientes:
Antecedentes familiares o personales. Si alguien de tu familia ha tenido cálculos renales, es más probable que tú también los tengas. Si ya has tenido uno o más cálculos renales, el riesgo de que se forme otro es mayor.
Deshidratación. No beber suficiente agua todos los días puede aumentar el riesgo de tener cálculos renales. Las personas que viven en climas cálidos y secos y las que sudan mucho pueden correr un mayor riesgo que otras.
Ciertas dietas. Consumir alimentos con grandes niveles de proteínas, sodio (sal) y azúcar puede aumentar el riesgo de que se formen algunos tipos de cálculos renales, como ocurre con las dietas ricas en sodio. El exceso de sal en la dieta aumenta la cantidad de calcio que deben filtrar los riñones e incrementa considerablemente el riesgo de tener cálculos renales.
Obesidad. Un índice de masa corporal alto, un perímetro de la cintura ancho y el aumento de peso se pueden asociar con un incremento del riesgo de tener cálculos renales.
Cirugía y enfermedades digestivas. La cirugía de baipás gástrico, la enfermedad intestinal inflamatoria o la diarrea crónica pueden causar cambios en el proceso digestivo que afectan a la absorción de calcio y agua, lo cual aumenta las cantidades de sustancias que forman cálculos en la orina.
Otras afecciones médicas como la acidosis tubular renal, la cistinuria, el hiperparatiroidismo y las infecciones recurrentes de las vías urinarias también pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales.
Ciertos suplementos y medicamentos, como la vitamina C, los suplementos alimentarios, los laxantes (cuando se usan en exceso), los antiácidos a base de calcio y ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o la depresión, pueden aumentar el riesgo de tener cálculos renales.
Somos su mejor opción
Teléfono: +1 (832) 991-8321
Correo-e: medico@clinicahispanawoodforest.com
Sitio web: www.clinicahispanawoodforest.com
Horario: lun – sáb 9AM-9PM dom 9AM-5PM
Dirección: 13415 Woodforest Blvd, Houston, TX 77015