¿Qué es el cáncer de pulmón?
El cáncer de pulmón es un cáncer que se forma en los tejidos del pulmón, generalmente en las células que recubren los conductos de aire. Es la principal causa de muerte por cáncer tanto en hombres como mujeres.
Hay dos tipos principales, cáncer de pulmón de células pequeñas y cáncer de pulmón de células no pequeñas. Estos dos tipos crecen de manera diferente y se tratan de manera diferente. El cáncer de pulmón de células no pequeñas es el tipo más común.
¿Qué puede causar el cáncer de pulmón?
La primera causa del cáncer de pulmón es el consumo de tabaco, que está presente en el 80% de los casos de cáncer de pulmón en hombres y en el 50% en mujeres. De hecho, en las personas fumadoras, el riesgo de contraer esta enfermedad es veintidós veces mayor que en los no fumadores, una cifra que va en aumento según el número de cigarrillos consumidos o el tiempo de exposición.
Sin embargo, cada vez con mayor asiduidad, se han diagnosticado casos en los denominados “fumadores pasivos”, es decir, en aquellas personas que no fuman, pero que están expuestas al humo de los fumadores tanto en el hogar como en el ámbito laboral y esta exposición indirecta al humo del tabaco incrementa el riesgo del cáncer de pulmón en aproximadamente un 25%.
Un segundo grupo de elementos que puede causar cáncer de pulmón se relaciona con las sustancias carcinógenas ambientales como:
Asbesto, también llamado amianto.
Arsénico.
Níquel.
Radiaciones ionizantes como el radón (gas) ambiental.
Complicaciones
El cáncer de pulmón puede causar complicaciones como las siguientes:
Falta de aire. Las personas con cáncer de pulmón pueden experimentar falta de aire si el cáncer avanza hasta bloquear las vías respiratorias principales. El cáncer de pulmón también puede provocar la acumulación de líquido alrededor de los pulmones, lo que dificulta que el pulmón afectado se expanda completamente cuando inhalas.
Tos con sangre. El cáncer de pulmón puede provocar sangrado en las vías respiratorias, y como consecuencia, tos con sangre (hemoptisis). A veces, el sangrado puede agravarse. Existen tratamientos para controlar el sangrado.
Dolor. El cáncer de pulmón avanzado, que se disemina hacia el revestimiento del pulmón o hacia otras áreas del cuerpo, como los huesos, puede causar dolor. Comunícale al médico si sientes dolor, ya que hay muchos tratamientos disponibles para controlarlo.
Líquido en el tórax (derrame pleural). El cáncer de pulmón puede provocar la acumulación de líquido en el espacio que rodea al pulmón afectado en la cavidad torácica (espacio pleural).
El líquido que se acumula en el tórax puede provocar falta de aire. Existen tratamientos para drenar el líquido del tórax y reducir el riesgo de que se vuelva a producir un derrame pleural.
Cáncer que se disemina hacia otras partes del cuerpo (metástasis). El cáncer de pulmón suele diseminarse (hace metástasis) hacia otras partes del cuerpo, como el cerebro y los huesos.
El cáncer que se disemina puede provocar dolor, náuseas, dolores de cabeza u otros signos y síntomas, según cuál sea el órgano afectado. Una vez que el cáncer de pulmón se ha diseminado más allá de los pulmones, generalmente no es curable. Existen tratamientos para disminuir los signos y síntomas y para ayudarte a vivir más tiempo.
¿Qué tipos de cáncer de pulmón existen?
Los cánceres de pulmón más frecuentes son:
Carcinoma epidermoide. Es uno de los más frecuentes en fumadores. Supone aproximadamente el 20% de los cánceres de pulmón.
Adenocarcinoma. Es tan frecuente como el carcinoma epidermoide pero aparece tanto en fumadores como en no fumadores; de hecho es el más frecuente en no fumadores. Supone aproximadamente el 35% de los cánceres de pulmón.
Carcinoma de células pequeñas (oat cell). Se trata de un tumor que se extiende muy pronto a otras localizaciones (metastatiza), por lo que cuando se diagnostica, se asume que ya está extendido fuera del pulmón. Representa entre el 10 y el 15% de los cánceres de pulmón. Aparece casi exclusivamente en fumadores.
Carcinoma de células grandes. Solo supone un 5% del total de cánceres de pulmón.
Otros cánceres. Existen otros tumores más infrecuentes cuyo pronóstico es muy diferente en función de su tipo. El pulmón es también un lugar frecuente donde se extienden (producen metástasis) otros tumores.
Pronóstico
El tipo y el estadio del NSCLC, y la salud general del paciente influyen en el pronóstico. Si bien el NSCLC se puede tratar en cualquier estadio, solo algunas personas con determinados estadios se pueden curar.
Los médicos miden la resistencia y la salud generales de un paciente mediante un índice denominado “estado general”. Los pacientes con la fuerza suficiente para desempeñar las actividades cotidianas sin ayuda y trabajar fuera del hogar pueden recibir quimioterapia, radioterapia y/o cirugía de manera segura. El tratamiento puede no resultar tan eficaz para los pacientes que tienen metástasis ósea o hepática debido al cáncer de pulmón, que han perdido mucho peso, que fuman actualmente o que tienen afecciones preexistentes, tales como cardiopatía o enfisema.
Es importante tener en cuenta que la edad de un paciente nunca ha sido útil para predecir si el paciente se beneficiará con el tratamiento. La edad promedio de los pacientes con cáncer de pulmón en los Estados Unidos es de 71 años. La edad de un paciente nunca se debe usar como el único motivo para decidir qué tratamiento es mejor, en especial, en el caso de los pacientes de más edad que, de otro modo, están en buen estado físico y no tienen otros problemas médicos aparte del cáncer de pulmón.
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