Cifosis
Cifosis es la curvatura fisiológica de la columna vertebral en la región dorsal. La columna presenta cuatro curvaturas fisiológicas (o “normales”): dos curvaturas dirigidas hacia afuera del cuerpo denominadas cifosis que están presentes en la columna dorsal y sacra, y dos curvaturas llamadas lordosis dirigidas hacia dentro del cuerpo y ubicadas en la región lumbar y cervical. La escoliosis (curvaturas hacia los lados) siempre se considera patológica (“anormal”).
Las alteraciones de la columna vertebral se pueden dar en dos planos; el medial y el frontal. Dentro del plano frontal encontramos la escoliosis. Mientras que la cifosis y la lordosis son vistas desde un plano medial (lateral). Cuando la curva fisiológica se torna patológica se denomina hipercifosis.
¿Cuáles son los tipos de cifosis?
Hay tres tipos principales de cifosis:
La cifosis congénita: significa que se nace con ella. A pesar de que ha estado presente desde el nacimiento, a veces no se percibe hasta que el adolescente ha crecido mucho.
La cifosis postural: los adolescentes que se encorvan mucho, van con los hombros caídos y adoptan “malas posturas” pueden desarrollar espaldas encorvadas. Los músculos y los huesos se habitúan a estar encorvados. Los adolescentes con este tipo de cifosis pueden enderezar la curvatura de su espalda enderezándose.
La enfermedad de Scheuermann: vistas de lado, las vértebras normales parecen rectángulos apilados. Pero en la enfermedad de Scheuermann (también conocida como cifosis de Scheuermann), las vértebras tienen forma de cuña. Esto hace que la columna vertebral se encorve. Los adolescentes con este tipo de cifosis no pueden enderezar la curvatura de su espalda enderezándose.
Causas
Los huesos individuales (vértebras) que conforman una columna vertebral saludable se asemejan a cilindros apilados en forma de columna. La cifosis ocurre cuando las vértebras de la parte superior de la espalda toman forma de cuña.
Las vértebras anormales pueden producirse a causa de los siguientes factores:
Fracturas. Las vértebras fracturadas o aplastadas (fracturas por compresión) pueden ocasionar la curvatura de la columna vertebral. A menudo, las fracturas por compresión no generan signos o síntomas notorios.
Osteoporosis. Este trastorno que adelgaza los huesos puede causar la curvatura de la columna, en especial si las vértebras debilitadas generan fracturas por compresión. La osteoporosis es más frecuente entre las mujeres de edad avanzada o las personas que consumen corticosteroides durante largos períodos.
Degeneración de los discos. Existen discos suaves y circulares que actúan como amortiguación entre las vértebras de la columna. Con la edad, estos discos se secan y se encogen, lo que puede empeorar la cifosis.
Enfermedad de Scheuermann. También conocida como cifosis de Scheuermann, esta enfermedad suele aparecer durante el “estirón” que ocurre antes de la pubertad. Los varones son más propensos que las niñas.
Anomalías congénitas. Los huesos de la columna que no se desarrollan de la manera correcta antes del nacimiento pueden ocasionar cifosis.
Síndromes. La cifosis presente entre los niños también se puede asociar con algunos síndromes, como el de Ehlers-Danlos y el de Marfan.
Cáncer y tratamientos oncológicos. El cáncer de la columna vertebral puede debilitar las vértebras y hacerlas más propensas a fracturas por compresión, al igual que la quimioterapia y los tratamientos oncológicos con radiación.
¿Cómo se diagnostica?
A veces, la cifosis es fácil de detectar. La persona puede tener joroba o su espalda puede estar más arqueada de lo normal. Pero muchos casos de cifosis son difíciles de detectar porque no se reconocen a simple vista.
Para saber si tienes cifosis, el médico te examinará la espalda y es posible que te pida que flexiones el tronco hacia adelante desde la cintura. A veces, la cifosis es más fácil de detectar cuando se adopta esta postura. Es posible que también te pida que te acuestes, lo que le podría ayudar a diagnosticar una cifosis postural.
Si al médico le parece que una persona tiene cifosis, lo más probable es que solicite que le hagan radiografías de la columna. El médico observará detenidamente esas radiografías, lo que le ayudará a determinar si su paciente padece una cifosis y el tipo de cifosis que padece. Para saber si la cifosis afecta a la respiración del paciente, el médico le pedirá que respire hondo para escuchar el sonido de sus pulmones.
Si el médico cree que el problema de su paciente podría obedecer a otra causa distinta de una cifosis, es posible que solicite una resonancia magnética (RM) de espalda.
Tratamiento de la cifosis
El médico determinará el tratamiento específico para la cifosis en función de lo siguiente:
Su edad, salud general e historia clínica.
Alcance de la afección.
Su tolerancia a medicamentos específicos, procedimientos o terapias.
Expectativas para el curso de la enfermedad.
El objetivo del tratamiento es detener el avance de la curva y minimizar las deformidades. El tratamiento puede incluir:
Observación y exámenes repetidos. El niño necesitará observación y exámenes repetidos. El avance de la curva depende del nivel de crecimiento esquelético o de la madurez esquelética del niño. El avance de la curva se reduce o detiene después de que el niño alcanza la pubertad.
Corsés ortopédicos. Si el niño aún está en crecimiento, el médico puede prescribir un corsé ortopédico. El médico determinará el tipo de corsé y el tiempo de uso.
Cirugía. En raras ocasiones, la cirugía podría recomendarse si la curva mide 75 grados o más según radiografía y el corsé ortopédico no logra reducir el avance de la curva.
Complicaciones
Además del dolor de espalda, la cifosis puede causar lo siguiente:
Problemas de respiración. La cifosis grave puede presionar los pulmones.
Funciones físicas limitadas. La cifosis se asocia con el debilitamiento de los músculos de la espalda y la dificultad para realizar tareas como caminar y pararse después de estar en una silla. La curvatura de la columna vertebral también puede dificultar el mirar hacia arriba y conducir, y puede causar dolor cuando te acuestas.
Problemas digestivos. La cifosis grave puede comprimir el sistema digestivo y causar problemas como el reflujo ácido y la dificultad para tragar.
Problemas con la imagen corporal. Las personas que tienen cifosis, en especial los adolescentes, pueden dejar que se desarrolle una mala imagen corporal por tener la espalda redondeada o por el uso de dispositivos de inmovilización que corrigen la enfermedad. En el caso de las personas mayores, la mala imagen corporal puede llevarlos al aislamiento social.
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