12 Consejos para evitar las infecciones urinarias

12 Consejos para evitar las infecciones urinarias

Tomá mucha agua y vaciá completamente tu vejiga al orinar. La ingesta de líquidos mantiene la orina más diluida, favorece la diuresis y limita la proliferación de bacterias. Es importante ir al baño siempre que se tenga ganas, aunque esto sea muy frecuente durante la cistitis. Beber 1, 5 litros de agua al día
Los líquidos son buenos aliados a la hora de arrastrar las bacterias adheridas al tracto urinario.
Lavarse y secarse siempre de adelante hacia atrás. El 80 % de las bacterias que provocan infecciones urinarias provienen de las heces. Por eso mantener este patrón de limpieza, también después de acudir al cuarto de baño, dificulta la contaminación.
Orinar inmediatamente después de mantener relaciones sexuales. La infección urinaria no es una enfermedad de transmisión sexual, pero el acto sexual en sí produce fricción, lo que lleva a la irritación de la región genital y ayuda a difundir las bacterias del perineo. El acto de orinar al final de cada relación sexual ayuda a “lavar” la uretra, sacando las bacterias que pueden haber migrado durante el sexo.
Consumí arándanos rojos. Según estudios realizados este fruto evita que las bacterias se fijen a las paredes de las vías urinarias y, por lo tanto, ayuda a prevenir las infecciones. Existen complementos nutricionales a base de arándanos rojos que pueden ayudarte.
En caso de sospecha de infección urinaria acudir al médico para que te confirme que realmente se trata de una infección urinaria e indicarte el tratamiento más adecuado.
Orinar cada 2-3 horas: La razón es que las bacterias tienden a proliferar cuando la orina permanece en la vejiga. Además, el acto de expulsar la orina limpia el tracto urinario. Por eso los expertos recomiendan hacer orinar antes y después de mantener relaciones sexuales, que incrementan el riesgo de infección hasta 40 veces.
Lavarse y secarse siempre de adelante hacia atrás: El 80 % de las bacterias que provocan infecciones urinarias provienen de las heces. Por eso mantener este patrón de limpieza, también después de acudir al cuarto de baño, dificulta la contaminación.
Combatir el estreñimiento.
Tampoco se deben posponer las defecaciones, con el fin de evitar que los gérmenes puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario
Usar jabones neutros en la limpieza de la zona íntima.
Debe cuidarse la higiene y no se debe abusar de los jabones perfumados, menos específicos para esa zona tan sensible.
No permanecer con el bañador húmedo.
En época de piscinas, la humedad del traje de baño o el cambio de temperatura que se da entre el agua y el exterior producen con frecuencia enfriamientos bruscos en el vientre y la zona vaginal.
Utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas.
Las prendas demasiado estrechas o fabricadas con material sintético favorecen la transpiración y, por tanto, la proliferación de microbios.